San Antonio de Escazú cuenta ahora con la escultura más grande del país, hecha con concreto autocompactante con color.
El escultor Mario Parra concibió esta obra en 65 m de longitud y 4 m de altura, retratando el oficio del boyero, la utilidad de la carreta, el paisaje escazuceño y un sin fin de detalles que describen un legado cultural e histórico de la comunidad. Este monumento es un homenaje a la tradición del boyeo y la carreta costarricense.